Otra vez la inseguridad: «Me robaron años de sacrificio»
Son palabras de Rocío Hughes (37), una nueva víctima de la inseguridad en Monte, que se suma a la larga lista de los rateros. Acongojada y con impotencia, se acercó hoy hasta nuestro medio para narrar su calvario. Decidió no salir en una filmación porque las lágrimas y la voz entrecortada no se lo hacían fácil.
Nos comentó que los delincuentes ingresaron en la madrugada de ayer viernes por la ventana trasera, sin romperla ni sustraerla. «Son los mismos de siempre», según lo que le comentaron los vecinos.
Su vivienda, que está en construcción hace tres años y es fruto de diez horas de trabajo diario como cadete (mensajería), se encuentra en la esquina de Jorge Cosma y Alberdi, en el barrio Eva Perón.
Rocío, que durante la charla estaba muy nerviosa -y es entendible-, dijo que todo lo robado supera el millón de pesos. 2 puertas placas; 1 tanque de agua de 500 litros Patagónico; 6 rollos de cable de 2,5 mm; kit puesta a tierra-jabalina; 800 tornillos y tarugos, entre otras cosas que cómodamente se apropiaron los malvivientes.
Dos detalles no menores, es que su terreno está a una cuadra del Módulo de Seguridad de la municipalidad (cámaras y personal 24 hs.), y que el alumbrado público siempre está dañado. Ella sostiene que lo rompen los mismos sujetos para moverse con mayor impunidad.
Este viernes a las 19 hs. se acercó a la Estación Comunal Monte (comisaría) y realizó la denuncia, con la esperanza de que algunas de sus cosas aparezcan. Valoramos su optimismo, pero los antecedentes no son para nada buenos, ya que los damnificados pocas veces recuperan sus pertenencias. La gente que atravesó hechos similares, no deja de remarcar que los ladrones “se mueven como peces en el agua”, y que si los capturan los liberan a las poca horas.
Hugues -mamá de un nene de 12 años-, también nos reveló, que anoche pudo comunicarse con Fernando Lencina, el responsable de Convivencia Ciudadana. Habiendo pasado ya un considerable tiempo, el funcionario de José Castro no arrojó novedades. Será cuestión de esperar y de creer en quienes nos protegen. La esperanza es lo último que debemos perder.