Fallecimiento de Nacho Iriart: su padre agradeció al Hospital Cuenca de Cañuelas
El deceso del músico Ignacio «Nacho» Iriart, de tan solo 37 años, provocó una gran conmoción en la población. La noticia causó estupor y rápidamente las redes sociales se hicieron eco.
El magnífico guitarrista, nacido en el barrio porteño de Pompeya, abandonó el plano terrenal el domingo pasado por la tarde, en la vecina localidad de Cañuelas.
Cientos de mensajes se pueden leer en muros personales, grupos y páginas de Facebook, todos con una gran carga de legítima emotividad. También circulan videos que reflejan la gran capacidad que tenía el joven para interpretar melodías, sin duda mantendrán viva su memoria eternamente.
Alberto Carlos Iriart, para los amigos «Beto», escribió un desgarrador mensaje para la Dirección del Hospital de Alta Complejidad Cuenca Alta Néstor Kirchner, en agradecimiento al trato que recibió su hijo. «Les envío una foto de Nachito en la plenitud de su luz», aclara en parte de la nota que publicó ayer al mediodía.
«Estimado Federico (Parra) será un gusto y un acto de justicia y reconocimiento para esa linda gente del Cuenca Alta hacer público mi sentida valoración de su dedicación», expresó Alberto en diálogo con nuestra redacción.
El mensaje de «Beto» para el Cuenca Alta (textual)
«A la Dirección del Hospital Cuenca Alta Cañuelas
Junto a mi mas grande gratitud les envío una foto de Nachito en la plenitud de su luz , a ustedes que tanto amor y contención han sabido brindarle aquejado ya en sus últimos días de tan cruel enfermedad.
Quiero hacer llegar a la dirección del Hospital (ante la imposibilidad de hacerlo frente a frente de cada integrante del mismo, que nos ha tocado conocer ) mi mas profundo reconocimiento y gratitud por todo el desempeño de su personal, por las atenciones y estudios que mi hijo a recibido gracias a que la institución y el personal han puesto toda su ciencia , trabajo y dedicación para que su atención y curación tuviera el mejor de los desarrollos. Este esperado y feliz fin no ha sido posible, Dios ha tenido otros designios para nuestro querido hijo y así debemos aceptarlo , como su Voluntad.
Pero lo que mas quiero destacar y agradecer, es el nivel de humanidad que todo su personal ha demostrado y nos ha brindado durante tantos días de consulta e internación. Tanto médicos, técnicos, enfermeros, camareras y personal de seguridad siempre han estado cumpliendo su trabajo haciéndonos saber que estaban siempre de nuestro lado al servicio de lo mejor para nuestro hijo. Este tesoro tan preciado para alguien que se entrega tan incondicionalmente a las manos de la medicina, ustedes lo han hecho una invalorable realidad, y quiero que sepan lo importante que es para alguien tan necesitado como lo es un enfermo, saber y sobre todo ‘sentir’ que deposita su salud física y emocional, en ‘buenas manos’ .
Eso es lo que les agradeceré eternamente… la bondad, el respeto , la sonrisa , la paciencia … y tantas bondades más recibidas, que en una sola palabra se pueden expresar y conjugar: AMOR».